jueves, 6 de noviembre de 2008

Folgore Capítulo 2.1









Nara
Pyros










-Humm... ¿Qué me estás preparando?





Hino se dió la vuelta sorprendido, aún no sabía de quién era la voz que había oido a su espalda, justo pegada a su oreja.


-¡A ti no te estoy preparando nada!, ¿qué te has creido que soy tu cocinero?, ¡esto es para mi, solo para mi y no pienso compartirlo con nadie!


-Pero será posible, mira niño, o me preparas un buen peta con unos buenos ingredientes o te uso como ingrediente para un buen peta. ¡Venga!, ¡vamos!, ¡manos a la obra! , ¿a que esperas?.


Dijo mientras le metía unos empujoncitos en la espalda. Cabreado, el genin, sa dió la vuelta hecho una furia y se abalanzó sobre Pyros, el cuál retrocedió mientras intentaba sacar un papel tamaño genin.

-¡¡¡¿Queréis dejar de hacer el idiota los dos?!!!, ¡¡¡quién me mandaría traerme a los dos juntos!!!, debería de encerraros en jaulas distintas, alomejor así estaríais pensando en un posible destino y dejaríamos de dar vueltas estúpidas.




-Mmmpff... mmmpfff...




-Bueno creo que Hino tiene algo que decir, claro que para ello tendrías que ¡¡¡DESENROLLARLO DE UNA PUTA VEZ!!! ¡¡¿Cuantas veces te tengo que decir que dejes al nuevo en paz?!!


Con la cabeza gacha, Pyros fué desliando poco a poco a Hino, nada más quitarle el papel que tenía en la boca, el genin empezó a lanzar toda clase de insultos y amenazas contra Pyros, acordándose también de todo su árbol genealógico. Al final, y ya un poco más calmado, aunque siempre mirando a Pyros con odio, dijo


-Podríamos ir a la aldea de la nube, yo conozco gente allí, nos darán de fumar.



Dicho esto entornó los ojos y empezó a imaginarse aquello mientras se le caía la baba.



-Humm, esa idea no cuaja, no creo que me acepten allí.





-O vamos... no me digas que también te conocen allí...







-No pensarás que ese nombre salió de la nada.... yo la bautizé... aunque no con agua.



Tras una larga conversación, en la que quedaron descartadas muchas aldeas, se decidieron a partir rumbo a los campos de arroz, a través de el valle del fin.

Tras un largo camino y agotador camino, llegaron por fin a los campos, ahora abandonados y en un estado lamentable. Cosa bastante extraña, pues, aquella región producía la mayor parte del arroz de toda la región.
Atravesaron los cultivos con cierta lentitud, pues, Pyros le preguntaba a Hino a cada paso, por todas las plantas con las que se cruzaban, deseoso de fumarse alguna en un estado perfecto.

La aldea, al final de los campos, tenía un aspecto fantasmagórico, todo lucía como si un plaga hubiera pasado por allí hace mucho tiempo y aún no se hubiese marchado, matando a todo el mundo. Intrigados, fueron pasando puerta por puerta, pero nadie abría. En circunstancias normales, se hubieran marchado, pero ya no les quedaba apenas comida y tenían que encontrarla como fuera, así que dejaron a Pyros, que era el que más experiencia tenía forzando casas para que abriera una de ellas.
Tras convencerle de que lo que tenía que forzar no era la pared, sino la puerta, consiguieron entrar y, para sorpresa de todos la casa no estaba abandonada, escondidos en su interior estaba una familia al completo, que, ahora asustada comenzó a gritar. Debido a que fallaron todos los intentos por tranquilizarlos, tanto a ellos como a Pyros que, harto de sus gritos comenzó a perseguirlos para callarlos según él a su forma, tuvieron que salir de la casa.


-Buena la has liado, ahora no nos enteraremos jamás de por qué se escondían de nosotros y por lo tanto tampoco conseguiremos la comida que tanta falta nos hace.



-No creo que se hubieran tranquilizado, gracias a mi chinakugan, pude descubrir por qué nos tenían tanto miedo, creían que eramos los cómplices de un tal Folgore, parecían bastante seguros, es raro, ¿seguro que no te conocen ya aquí Pyros?, conocían ya tu nombre.

Pyros sacó una extensísima lista con nombre tachados.


-...Es completamente imposible, mira, aquí está, aún sin tachar de mi lista de aldeas. Alguien que me conozca me ha debido de calumniar.


La conversación quedó interrumpida por un griterío, no muy lejos de allí, en una plaza se iban reuniendo poco a poco una muchedumbre, con todo tipo de armas rudimentarias, antorchas y piedras. A su cabeza, una persona pequeña, con vendas por casi todo su cuerpo.

-Veis, han venido para atacarnos, os dije que no bastaría con esconderse, debemos luchar, ¡¡LUCHAR!!. Ya se han enfrentado conmigo en varias ocasiones y os digo que no son tan terribles, los podemos vencer.
¡¡VAMOS HIJO DE PUTA, VEN A POR MI, HOY ME VENGARÉ DE TI PYROS!!

(Como era evidente no podíamos sacar a Naruto de nuestra historia, para los más quejicas, aquí está la explicación de que aún no haya muerto. Tras cientos metros de caída, Naruto llegó al suelo, y, para sorpresa suya, el impacto no fue tan duro como era de esperar, algo en su ropa le había servido de colchón, amortiguando el golpe. Intrigado por aquel nuevo descubrimiento, Naruto se puso a investigar entre sus ropas, para sorpresa suya, lo que le amortiguó la caída no fue ni el algodón ni la tela, sino unas hojas de maría que inexplicablemente le cubrían todo el cuerpo.
Aquel misterio no duró mucho tiempo, pues, al examinar detenidamente una de las hojas encontró lo siguiente escrito en ella: "Condimento para porros propiedad de Pyros".)

La muchedumbre rápidamente rodeó a los tres amigos con una formación circular cada vez más estrecha. La cosa hubiera acabado muy mal de no ser, de nuevo, a la capacidad de Kertch para la diplomacia, tras preguntar cuál de ellos era el alcalde, consiguió convencerle de que no eran ellos los peligrosos, y, que si les dejaban en paz, ellos mismo se encargarían gustosos de ese tal Folgore, a cambio claro está,
de un poco de comida.

-Me gusta tu estilo, creo que hemos llegado a un acuerdo, me pregunto por que mi hijo nos habrá contado esas cosas sobre vosotros, por cierto, me pregunto donde estará...



(-¿¡Naruto el hijo de bobobo!? ¡Nos acabas de reventar la serie! -Oh vamos... fans de Naruto... no os hagáis los sorprendidos, todo el que haya visto Bobobo, ya habrá adivinado como acaba la serie, no creo haberle reventado el final a nadie, solo he confirmado sospechas, joder, solo hay que fijarse en el parecido, pelo rubio, un poco tontos y con rayas negras por el cuerpo, Bobobo en los brazos y Naruto en la cara, son como dos gotas de agua)

Un escalofrío le recorrió la espalda a Kertch, sabía que le habría resultado imposible a Pyros atravesar toda la multitud y llegar hasta Naruto, pero estaba seguro de que lo había conseguido, rápidamente giró la cabeza y miró... con un gran suspiro, soltó todo el aire que había contenido en sus pulomones, debido al momento de tensión, Pyros aún seguía allí.


-Uffff... que susto me has pegado, por un momento pensé que te estarías fumando a... "
Mejor no pronunció ese nombre en su presencia". Por cierto, ¿qué haces sin tu pet...




Kertch se echó a correr lanzando maldiciones al aire, siguiendo el rumbo que le marcaba su olfato. Pronto encontró, por suerte, a sus dos objetivos, Pyros agarrando por el pié a Naruto, que intentaba escalar desesperadamente por una de las paredes del callejón


-¡¡¡SUELTA AHORA MISMO A ESE NIÑO!!!, ¡¡¡QUE TE CREES QUE SOY UN LORO Y QUE NO TENGO MÁS COSAS QUE HACER QUE REPETIRTE LO MISMO UNA Y OTRA VEZ!!!,-Pyros miró a Kertch con una sonrisa y las cejas levantadas-Vale olvida lo del loro... ¡Pero deja de intentar fumarte al niño!, de no ser porque conocía tu manía de quitarle los porros a tus copias una vez creadas, ahora tendríamos un problema con el alcalde de la aldea.







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