domingo, 9 de noviembre de 2008

Folgore Capítulo 2.2






Nara Kertch










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Kertch logró separar a su hermano de Naruto justo un segundo antes de que le prendiera fuego al genin. Tras llevarselo a rastras, el peliverde encontró a hino, que volvía jadeando en su intento por alcanzarlos, y le dijo que le siguiera.


-Bien... Debemos encontrar al tal Folgore y averiguar qué le ha estado haciendo a este pueblo. Parece tan pobre...





Se pusieron a ello, y recorrieron varias casas del poblado, pero en ninguna respondieron a sus preguntas. Sus miradas estaban teñidas por la desconfianza y el miedo, y la mayoría les suplicaba que se fuesen o simplemente no les abrían la puerta (lo que llevaba siempre a tener que sujetar a Pyros para que no entrase por lo que él llamaba "la otra puerta" mientras se avalanzaba sobre la pared).

Al final, Kertch decidió que lo más inteligente sería dividir esfuerzos y separarse para buscar al susodicho personaje. De este modo, cada uno fue por un lado, mientras Kertch miraba con desconfianza a Hino y Pyros, que se relamían de una forma muy sospechosa.

Mientras caminaba, Kertch se decía a sí mismo que era la única manera de acabar con esto pronto y comer de una vez por todas.


Sus pasos le llevaron hasta un templo de impresionante diseño situado en pleno centro del pueblo. Entró por si alguien ahí le podía dar una pista, pero la puerta estaba cerrada a cal y canto.
Mientras rodeaba el edificio y buscaba alguna forma de entrar, el peliverde se preguntaba si alguien vivía ahí. La estructura parecía tener muchísimo tiempo, pero presentaba el aspecto de un edificio en ruinas... Completamente abandonado.

Al final, descubrió una ventana entreabierta en lo más alto del edificio, y empujándola con una pequeña ráfaga de viento, se impulsó con el Tobidasu hasta entrar por el hueco de dicha ventana.

En el interior del edificio todo estaba totalmente a oscuras, y el joven se vio obligado a sacar su kodachi (katana de menor tamaño) para abrirse paso entre las telarañas que poblaban todo el interior de la estancia. Finalmente, sacó un mechero y lo utilizó para iluminarse hasta que descubrió una mesa con una vela y un enorme cenicero. Empleó el mechero para prender la vela y una luz tibia iluminó el lugar, mientras Kertch echaba un vistazo alrededor y confirmaba sus sospechas de que el sitio estaba abandonado desde hacía mucho tiempo.

Ya se disponía a marcharse, seguro de no encontrar a nadie allí, cuando su mirada se posó casualmente sobre el antiguo y enorme cenicero de piedra sobre la mesa, y descubrió una nota escrita sobre papel de fumar, que aún se conservaba legible en gran medida. En la nota podía leerse:

"John, querido amigo, ha pasado mucho tiempo y no sé nada de tí desde aquel incidente en la fábrica de la Aldea.
(...parte ilegible...) ...si que creo que he encontrado lo que estabamos buscando, pero necesito saber si aún sigues con vida. (...) Me llegan rumores de todo tipo sobre tu estado actual, pero ninguno es bueno, y temo por todos vosotros. Además, (...) ha empezado a moverse y se nos está acabando el tiempo para darle caza. Por ello, confío en que me contestes, pues estoy convencido de que sobreviviste a aquello. Un abrazo, cuidate mucho.

A la espera de noticias tuyas.
Tu rival y siempre amigo, Jack."

Kertch se quedó paralizado al leer aquello... ¿un incidente en la fábrica de una Aldea? ¿Sería una coincidencia? Y por otro lado, John era el nombre de su padre...
¿Y si...?

Todavía muy intrigado, el peliverde recogió la nota y se la guardó para analizarla con más cuidado después. Ahora mismo tenía demasiada hambre.

Kertch salió volando del edificio, y siguió recorriendo el poblado, hasta que escuchó un grito de alegría. Corrió hacia el lugar del que provenía el ruido y encontró a Hino, que estaba partiendose de la risa en un bar completamente vacío, mirando hacia una cortinilla apoyada en un biombo en semipenumbra.


-¡Hino! ¿Qué ocurre? ¿Qué te resulta tan gracioso? ¡Se supone que tendrías que estar buscando al tal Folgore, y no aquí, partiendote tú sólo!








-¡AAhahaha, espera! ¡Siéntate aquí y mira, que lo va a hacer otra vez, ya verás que descojone!




Kertch miró hacia el biombo, donde algo parecía estar movíendose detrás, y esperó.
Al cabo de unos instantes en los que empezaron a sonar tambores, la cortinilla se movió y una figura alta apareció, acompañada de otra mucho más pequeña, y un montón de siluetas femeninas que danzaban a su alrededor. Y entonces empezó el baile:





Tras el baile que Folgore hizo con coreografía, y hasta en japonés, Kertch se quedó con la boca abierta. Cuando logró recuperarse, giró la cabeza y desubrió a Hino con la misma pose final con que había acabado el bailarín. Y lo que es más!! Pyros, que no se sabe de donde había salido, también estaba en la misma postura.

Kertch les metió un collejón a cada uno para desatontarlos y luego se dirigió al chalado que tenían delante.



-¡Pero tú quien demonios eres! ¡Qué te metes!




-¡Ohhh! ¡¡Graaandioooso!! ¡¿Quieres que haga el baile otra vez, nooo?!
¡Maagnifico!







-¡De eso nada! Lo que vas a hacer es respondernos a unas cuantas preguntitas...




-¡De acuerdo! ¡Pero antes tendréis que ganarme a un baile, uaaahahaha!
Tenéis que demostrar que teneis estilo como para merecer que os responda a esas preguntas.



Pyros ya se adelantaba para ponerse a bailar cuando Kertch le sujetó el brazo. No tenían tiempo para aquellas tonterías, así que se giró hacia su contrario y con una sonrisa diabólica dijo:



-Pues a mi se me ocurre algo muucho mejor. ¿Qué tal si te damos una paliza y nos respondes para salvar la vida?







-¡OOhh! Vaamos, no seas así. Podemos llevarnos bieen... Ser amigos y bailar juntos, ¿no?








-Lo siento, pero tengo demasiada hambre como para eso.






Y dicho esto se avalanzó sobre el tipo, dispuesto a darle un par de galletas, pero resultó ser mucho más rápido de lo que había previsto.
Esquivó con facilidad al peliverde y luego siguió a lo suyo. Bailando como si tal cosa, mientras Kertch se volvía, y le lanzaba esta vez una potentísima onda de viento, que lo lanzó contra la pared.

El tipo cayó al suelo, y no se levantó. Su ayudante corrió a ayudarle y entonces...






Después de que se levantase y Kertch lo derribase varias veces, Folgore corrió hacia Pyros.

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