domingo, 21 de diciembre de 2008

Capítulo 7 This is madness









Nara
Pyros






Los tres, juntos de nuevo, salieron de aquel maldito templo Al fin podían volver a ver el sol, que, aunque al principio les cegó, era reconfortante y reparador.

Sin aún tener un rumbo fijo, los tres compañeros descendieron de nuevo a la aldea, sin percatarse que no eran los únicos.


-Jajaa... esta vez no se me escapan... los del poblado los harán picadillo cuando se enteren de lo de su querido templo...







-Que tio más curioso, me ha caído bien, la próxima vez que le vea le pediré que si se une a nosotros, lo que nos vamos a reír.






-Si, tiene pinta de ser un porreta de los buenos.





-¡Pero qué decís! ¡Os ha comido la cabeza con sus trucos! ¡¡ES UN HIJO DE LA GRAN PERRA!! ¡¡HAY QUE MATARLO ANTES DE QUE NOS MATE!! ¡¡ES UN PUTO GAFE!!



-Jajajaaa, lo que te pasa es que te ha metido la paliza de tu vida y sin esforzarse. Debes de entrenar más enano.




Dijo mientras le daba unos golpecitos en la cabeza.


-Deberías de aprender de tus mayores.





-El combate fue como la seda, ni nos tocaron, no nos hizo falta ni esforzarnos.





-
Pobres deberías haber visto sus caras ajajaaa cuando nos los fumamos.



-Para que te hagas una idea fue algo parecida a la que pusiste cuando nos caímos encima tuya.




-¡¡MAMONAZOS!! ¡¡ME CAGO EN LA PUTA MADRE QUE PARIÓ A VUESTRA PUTA ABUELA HIJOS DE PUTA!! ¡¡ENCIMA QUE OS LLEVÁIS A LOS FÁCILES Y ME DEJÁIS AL JODIDO ME VACILÁIS!!


Después de que los dos hermanos echaran cuentas y descubrieran que aquel genin se había metido con 4 generaciones de su familia de una tacada, los dos se abalanzaron sobre el genin.


-Muajajaaaja... te has equivocadoooo... ya no está aquí la hermanita para protegerte, al revés, ahora estoy yo para ayudar.





-De esta paliza no te salva ni Dios.




Los dos hermanos empezaron a emitir gruñidos mientras sujetaban al genin por piernas y brazos.


-Eso, eso, pelearos entre vosotros... ahorrarme trabajo... la gente de el pueblo debe de estar ya a punto de llegar, atraída por el ruido del tempo, y si ven en vosotros una actitud violenta me será más fácil convencerlos de que sois un peligro para ellos ¡JAJAJAAAJAA!


Los dos hermanos anbus estaban ya balanceando al genin para lanzarlo por el barranco de la derecha del camino, cuando, escuchó la risa del desconocido.


-¡Eyh!, ¿Habéis oído eso?, hay alguien detrás de esos matojos.






-Buen truco, pero no lo suficiente





-No, es verdad,
le he escuchado decir que nos piensa delat...




Pyros lanzó una bola de fuego al lugar que señalaba Hino.



-Ves, ahí no hay nad...





Por la sorpresa del grito de aquel espía, los dos hermanos soltaron a la vez al genin, que salió disparado por los aires.

-¡¡¡AAGH!!! ¡¡Mamón! ¡¡Déjame!! ¡¡Déjame!! ¡¡No sé cómo me has descubierto pero no me volverás a enrollar en uno de tus petas!! ¡Ah! ¡Ah! ¡¡Déjame!! ¡¡Déjame!!






El pobre y asustado Naruto empezó a correr para salvar su vida, empezó a dar vueltas en círculo alrededor de un árbol, gritando auxilio, mientras Pyros le perseguía babeando y dando graznidos hasta que, al final, se escondió detrás de Kertch y le pidió ayuda, hasta ahora, el siempre le había estado ayudando. Como única respuesta a sus súplicas recibió otro graznido como el de Pyros y una mirada como la que tiene un hambriento justo delante de un banquete con suculentos platos solos para él.

-¡¡Estáis los dos locos!! ¡¡AAAAH!!







Naruto habría sido fumado aquel día de no ser por que los dos hermanos no hacían más que estorbarse e impedir que el otro pudiera cogerlo, permitiendo a Naruto, perderse de vista, mientras estos estaban peleándose en el suelo.


-Se me ha vuelto a escapar ¡¡Maldita sea!!...

Por cierto... ¿y Hino?




De repente se acordaron, el cabreo, Hino, el la sorpresa... el barranco. Instantáneamente los dos se fueron corriendo hacia el barranco, aunque no hizo falta que llegaran al borde, pues, mientras iban de camino, una bestia-Hino, se abalanzó sobre ellos, histérica e insultante, y comenzó a morderles, golpearles, agarrarles, pero sobre todo, a decirles verdaderas palabrejas nada bonitas.

Hizo falta la ayuda de todos los pueblerinos traídos por Naruto, con el objetivo de arrestarles, para separarle y mantenerle agarrado, aunque no consiguieron callarle, y mucho menos cuando, Kertch y Pyros, huyeron,
aprovechando que toda la atención de los pueblerinos se centraba en mantenerle sujeto, dejándole tirado, diciéndole tan solo que no se quejara tanto, que ya le sacarían de la prisión si eso.




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Para los de ninjaswar de parte del autentico hino, que nos hizo pasar grandes tardes: "podeis usar mi personaje e!!! pero gracias por avisar^^ tipico de tontaime^^"
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Superación. Capítulo 6.









Yonko








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Kertch no llegó a oir las palabras de su hermano, pues, agotado, se habia retirado en el interior de su cuerpo, mientras el Yonko afloraba a la superficie con una sonrisa radiante. Aquél método que tan poderoso hacía a Kertch le producía al Yonko un dolor considerable, y una verguenza aun mayor, por no poder salir haciendo la exhibición de poder que tanto le divertía con su explosión gigantesca.
Pero todo eso tenía algo bueno, y es que cuando Kertch usase esta técnica, el resultado final sería seimpre la liberación del Yonko, y esto al Dios-porro le encantaba.

Así que salió más feliz que una perdiz y le gritó a Pyros:



-¡De eso nada, monada! Este flipi es mio, y solo mio. Me dio una paliza hace tiempo, y ahora ha llegado la hora de que pague por ello, muaaaahahahahahahaha.
Todos sabemos que Kertch es prácticamente una hermanita de la caridad, y puede que él te haya perdonado la vida, pero yo no pienso hacerlo, colega.






Y dicho esto agarró a Ghoss por la pierna con una fuerza brutal, sin que este pudiera resistirse.
Las heridas en su cuerpo no dejaban de sangrar, y no tenía ya fuerzas para desaparecerse, así que no pudo hacer nada mientras el Yonko lo enrrollaba fácilmente y se lo fumaba de una sola calada.

El combate había terminado, y Kertch, poseído por el loro, sonrió satisfecho.


-Seeehhh... Esto si que es un buen porranco... De lo mejorcito que he tomado ultimamente.
Y ahora, rubiales, nos largamos de aquí echando leches, que esto se está cayendo a cachos.






Y así, los dos salieron caminando juntos hacía la salida por la que había caído el peliverde, pero antes de poder llegar, "casualmente" una trampilla se accionó a sus pies, y se dejaron caer por un tobogán de piedra, seguros de que aquello sería obra del tercer miembro del escuadrón Beta (y el único que quedaba vivo ahora), y les llevaría hasta él y también hasta Hino...






Hino, que por cierto, habíamos dejado olvidado... Veamos ahora como fue el transcurso de su... Combate, por llamarlo de alguna forma.



Los dos habían echado más de 40 partidas a todos los juegos que conocían, y siempre había perdido Hino, probaran lo que probaran. Cuando perdió la partida número 41, el peliazul se desesperó, empujó la mesa y la silla y gritó:


-¡¡¡MIRA, YO ME CAGO YA EN LA MADRE QUE TE PARIÓ, MAMONAZO TRAMPOSO!! ¡¡¡TE VOY A PARTIR LA CARA DE UNA GALLETA!!!


Se lanzó contra Nick, que le miró con aburrimiento, y le lanzó una patada a la cara, con tan mala suerte de que falló, se desequilibró y cayó encima de la mesa, rompiendola y clavandose montones de astillas por el cuerpo.

Entonces se levantó otra vez, y trató de fumarselo. Sacó un rollo de papel, lo desenvolvió con maestría y se lo lanzó a Nick, esperando que el papel, impregnado de chakra, lo enroyase por sí solo. Y de hecho parecía que así había ocurrido, pero Nick, que se había dejado enrrollar, solo tuvo que tocar con su dedo meñique una fisura minúscula en el papel, para encontrar su único punto débil, y conseguir que en dos segundos el papel se tronchase por completo, quedando liberado fácilmente.

Nick, que empezaba a cansarse ya de lo pesado que se estaba poniendo el genin, se dirigió hacia él y le dijo que parara si no quería que empezara a pasarle de todo.

Como Hino no hizo ni caso, y siguió intentando arrearle sin ningún éxito, las cosas pasaron.
Primero se le cayó una lampara gigante encima, después, no se sabe muy bien de donde, apareció un tiranosaurio rex, que le aplastó con una de sus patas. Cuando se fue, por el agujero que el T-rex había abierto entraron dos gaviotas, que le cagaron encima, y después una trampilla del techo se abrió y tanto Kertch como Pyros fueron a caer encima de Hino, que ya quedó inconsciente de tantos golpes en la cabeza.

Nick, por el contrario, pareció alegrarse muchísimo de ver a los dos hermanos. Les dio la enhorabuena con una sonrisa de oreja a oreja y les dijo.


-¡¡Muu wenas a los dos!! Veo que habéis pateado el culo a mis compañeros. Siempre he sabido que en el fondo eran unos inútiles... Aunque quién no lo sería a vuestro lado, ¿no? Jaja. Veo que habéis heredado la fuerza de vuestro padre...





Kertch, que ya estaba a medio camino del letargo en el interior de su cuerpo, salió un segundo, mientras el Yonko le gritaba que tenía 3 min para largarse, que le tocaba a él fumar.


-¡¡Un segundo!! ¡¿nuestro padre?! ¿Conocías a nuestro padre?












-¡Oh! Pos claro que sí, ¿no lo sabiais? Ay... El bueno de John... Vuestro padre era un hombre increíble... Él y Jack, claro, eran inseparables jajaja. ¿Sabeis qué? Me recordáis un montón a ellos... Tal vez por eso me habéis caido bien y no os ha pasado nada malo aún jajaja.
En fin... No tenemos mucho tiempo para charlar, debo irme a que me asignen dos nuevos compañeros para dar el pego y que parezca que curro, ya me entendéis...




-¿Eh? ¿No vas a pelear con nosotros? ¿no se supone que eres nuestro enemigo?








Nick dio un bostezo, y se tiró al suelo , donde de pronto habían aparecido unos cojines.



-AAaahhhhh (bostezo). Me da pereza, chico, qué quieres que te diga. Y ya te he dicho que me parecéis buenos tipos. Además... Se lo debo a vuestro padre. Siempre me trató muy bien, así que seré colega vuestro también, ¿okas?
Bueno, y ahora, antes de que me vaya... Mi infalible intuición me dice que deberíais ir con los ojos bien abiertos. Puede que hayais pasado detalles por alto, o dado por hecho cosas que realmente no eran tan seguras... A veces los muertos pueden volver a la vida...


Les guiñó un ojo con picardía, y entonces Hino empezó a hacer ruido (traducido en una retahila de tacos y comentarios ofensivos hacia la madre del mamonazo de Nick), mientras empujaba la lámpara y los restos de muro que le habían caído encima.

Kertch y Pyros se giraron, y se partieron de la risa, pero cuando volvieron a girar la cabeza para contestar a Nick y preguntarle acerca de sus misteriosas palabras, este había desaparecido completamente...

viernes, 19 de diciembre de 2008

Capítulo 6 Superación









Nara
Pyros






El calor siguió aumentando y aumentando, de existir el infierno, seguro sería un sitio parecido.
Al fin, Pyros, rompió su silencio.

-Te recuerdo que solo es ignífuga tu piel, y, que algo sea ignífugo no quiere decir que no tenga punto de fusión ni que no le afecte el fuego. Aunque no lo parezcas por fuera, yo sé que eres fumable por dentro, solo tengo que...



La llama se concentró, la presión en la sala no hacía mas que aumentar, Pyros estaba alcanzando su límite, la capa protectora de Wolx al fin se estaba debilitando.

Las paredes casi fundidas por el intenso calor empezaron a abombarse por la enorme presión del interior, la roca fundida caía del techo, mientras, del suelo, ascendían fuertes vapores que nublaban la visión y la distorsionaban.

En un último esfuerzo, aquel porreta, hizo acopio de sus últimas energías y las mandó a la llama, a la vez que inspiraba hondo y fuerte. Al fin, la capa ignífuga de Wolx desapareció por completo, dejando a su dueño a merced de las llamas.










En ese mismo instantes la pared, ya debilitada, que conectaba con su hermano, cedió por completo en una inmensa explosión. Pyros, notaba como a medida que el humo del peta iba entrando en sus pulmones, el inmenso poder se le escapaba sin poder retenerlo. La debilidad invadió su cuerpo, le cayeron de golpe encima todas las contusiones y heridas que había sufrido a lo largo del combate y que, la adrenalina desprendida y la concentración le habían impedido sentir. Sus piernas empezaban a fallarle, todos sus músculos le temblaban, se habría echado allí a dormir de no ser por haber oído la clara voz de su hermano proviniente del otro lado del muro derruido.

¿No te era más fácil haberle clavado una espada y punto?, haz como yo, haz como yo, simplifica las cosas... ¿que tu adversario pega muchos puñetazos?, le cortas un brazo y simplificas.






-A más cuesta liarte un porro mejor te sabe... Qué gran verdad es esa... tú no lo comprenderías... por cierto... ¿puedo fumarme ese?

martes, 16 de diciembre de 2008

Capítulo 6. Superación.







Nara Kertch













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Kertch miró por encima del hombro a su rival, que ya había terminado de curarse y ahora lo observaba con cautela.


-¿De dónde has sacado todo ese poder? No es posible... Estabas a punto de morir...









-Te lo advertí cuando empezamos el combate. Has subestimado a tu adversario, y ese error te costará la derrota.
Vas a pagar por todos y cada uno de los golpes que me has dado, por todos los drogatas inocentes que has matado y por esa arrogancia no merecida.







Ghoss se enfureció con aquellas palabras, y recurrió a todo su chacra para repetir su ataque definitivo, cargandolo de toda su fuerza. Su cuerpo brilló con una luz cegadora antes de desaparecer y lanzarse sobre el anbu a una velocidad sobrehumana y fuerza brutal, pero Kertch desviaba con facilidad todos y cada uno de sus golpes con sus espadas, que cada vez brillaban más.

Al pararle los golpes, Ghoss iba saliendo despedido con fuerza y rebotaba en las paredes de la sala, destrozando los ladrillos.
El choque de energías era abismal, y la estructura del ejercicio amenzaba con venirse abajo, incapaz de soportarlo.

Poco a poco, el peliverde fue ganandole terreno a su contrario, hasta que decidió que ya podía ponerse a la ofensiva. Esgrimió los porros-espadas y con facilidad realizó tres cortes limpios y muy profundos en el cuerpo de Ghoss, que frenó en seco por un momento, preguntándose por qué ahora aquellas espadas eran capaces de cortar hasta el aire.
Pero no tuvo mucho tiempo para preguntárselo, pues Kertch se movió con una velocidad letal hacia él, haciendole diez cortes nuevos en apenas unos segundos.

El tremendo gasto de energía, sumado a la pérdida de sangre, supuso que los mivimientos de Ghoss eran cada vez más lentos, mientras que las fuerzas de Kertch parecían ilimitadas, sin serlo realmente.



-Debo darme prisa... Ya... No puedo retener esta energía por mucho más tiempo, el Yonko no tardará en salir, y tengo que acabar esto ahora mismo.








Decidido a terminar con el que había sido el combate más duro y difícil de su vida de una vez por todas, Kertch concentró en sus espadas toda la energía que le quedaba, preparándose para una última onda de energía.















-¡¡Kyaaaaaaaaaahhhhhhhhh!!







Una onda verdiblanca salió de cada espada, y las tres impactaron con muchísima fuerza sobre Ghoss, que salió despedido muchos metros ha
cia atrás, se estrelló contra la pared y la destrozó por completo.

A través del agujero, Kertch pudo ver cómo Pyros acababa de hacer también su ataque definitivo a Wolx, y lo había lanzado igualmente contra la pared.


-Con que estabas aquí... Jajaja, estabamos al lado y no nos hemos dado cuenta.












Ahora se estaba acercando al cuerpo achicharrado de su contrario, y Kertch decidió hacer lo mismo.

Se inclinó sobre los escombros y sacó el cuerpo destrozado de Ghoss, que sin embargo aún respiraba. Se acercó a él y le dijo:

-Te perdono la vida, porque has sido el contrincante más duro que haya conocido. En lo sucesivo, vivirás sabiendo que te derroté, y tendrás más cuidado a la hora de atacar a cualquier yonki que veas, ¿entendido?






-Sss... Si... Gra... Gracias. Eres... muy amable...










Satisfecho, Kertch se retiró para descansar a su interior. Sabía que el Yonko saldría, y que probablemente haría algo horrible, pero su conciencia estaba tranquila.

Ahora podía descansar... En paz...

lunes, 15 de diciembre de 2008

Capítulo 6 Superación









Nara
Pyros





La situación apenas había cambiado para Pyros en aquellos agonizantes momentos, sabía que pensándoselo mas no iba a conseguir salir de hay, pero el dolor y el entumecimiento de los miembros le impedían cualquier acción.

-Es o mi porro o la vida... ¡¡NO!!, siempre hay un camino más corto, más fácil, siempre hay una segunda opción... Debo soltar el porro y luchar... pero... el aire puro... ¿destrozará mis pulmones?... ¡Si!, el segundo camino... la respiración, la aguantaré, el riesgo será menor, aunque no se si el efecto será el mismo... quizás insuficiente...


Pyros notaba ya como su corazón empezaba a fallar, le entró un profundo sueño, se encontraba cansado, fatigado por la pelea, con ganas de dormir y descansar aunque fuera eternamente. Numerosas veces se le pasó por la cabeza el tirar la toalla, que no tenía sentido seguir luchando una pelea perdida, pero rápidamente se deshacía de estas ideas, al parecer, su cerebro también le estaba fallando, una mala pasada del frío.




-¡¡NO!! ¡¡NO ME RENDIRÉ!!, no ahora... pero...




-Jajajaaja... ¿Aún sigues vivo?, me sorprende tu resistencia, otros ya habrían muerto, pero da igual, nadie ha conseguido sobrevivir a este ataque NADIE y mucho menos lo conseguirá un INSERVIBLE como TÚ.





Esas palabras tuvieron el mismo efectos que las anteriores, un gran rechazo y nuevas energías, energías que ahora Pyros sabía en que utilizar. Su mente volvió a ser la de antes, desaparecieron por completo las ideas de rendición quedando solo la de victoria. Renovado, Pyros tomó la mayor decisión de su vida.


Pyros dejó de respirar, al principio fue duro, pero poco a poco vio que la cosa daba resultados, a cada instante que pasaba se volvía más y más poderoso. Pasado unos cuantos segundos llegó el momento decisivo, si seguía por este camino se tendría que enfrentar a su mono.



-¿¿Quién dijo miedo??, ¡¡¡POR ESPARTAAA!!!





El rubi apretó los dientes y aguantó el dolor como pudo, de golpe y sin saber por qué, se sintió distinto, otra persona, con un poder muy superior a la anterior. Era algo nuevo para él, peligroso y excitante, tenía que mantener un nivel completo de concentración, tanto poder no es fácil de controlar. Eso unido al dolor del mono y al tener que estar aguantando la respiración hacía la situación un tanto peliaguda, pero ya no podía perder, no tan cerca.

Una energía intensa empezó a concentrarse dentro de Pyros, consciente de ello, Wolx, dedicó casi todo su chackra en reforzar el hielo, pero era como intentar detener una avalancha. La lucha de poderes se intensificó hasta que, al fin, con un fuerte estallido, el hielo, se rompió a cachitos, liberando a su ocupante envuelto en un montón de llamas que recorrieron toda la habitación, iluminándola con una intensidad casi cegadora.

Llamas recorrían el cuerpo de Pyros, aunque ninguna ardía tan intensa como la de su mirada. Con un rápido movimiento Pyros levantó a su adversario del cuello con una mano, mientras, con la libre, extendía un papel sobre la mesa de la sala. Con un brusco movimiento el anbu estampó a Wolx contra el papel, rompiendo parte de la mesa, y lo envolvió rápidamente. En un movimiento bien memorizado, Pyros se llevo a la boca el peta a la vez que lanzaba una potente llama para encenderlo.





-¿Qué haces imbécil?, ¿no sabes que soy ignífugo?






Sin mediar palabras, el rubio, intensificó su llama a niveles hasta ahora inimaginables para el. Un tornado de fuego salía a sus pies, extendiéndose luego por toda la habitación.
Ante las risas de su oponente Pyros fue aumentado el calor de sus llamas progresivamente. La temperatura se elevó drásticamente, ningún humano normal podría soportar tanta. Del techo comenzó a caer lava, piedra derretida, al igual que de las paredes, la habitación entera se estaba derritiendo poco a poco entre una nube de llamas.