lunes, 13 de julio de 2009






Nara Kertch












-------------------------- ----------------------------- ----------------

La cosa se había puesto verdaderamente complicada en muy poco tiempo. Kertch y Pyros no tenían ninguna posibilidad contra aquella invencibilidad temporal que le daba EL CACHIMBORRIO a su oponente.

Habían probado varias maniobras pero ninguna acababa de dar resultado, y lo único que conseguían era prolongar un poco más su muerte. Afortunadamente, el efecto de la segunda calada terminó, y tenían una nueva oportunidad para hacerse con la reliquia legendaria antes de que comenzasen los siguientes 5 minutos de suplicio.

El Nara decidió que lo mejor era lanzar él su sombra y que Pyros le robase el arma, de modo que realizó los sellos y activó su línea sucesora.


-¡Rápido, Pyros! ¡quitále EL CACHIMBORRIO!







El rubio se lanzó a por el objeto y consiguió quitárselo de las manos aprovechando la inmovilidad temporal de su oponente.

La pelirroja se desplomó y quedó bocabajo en el suelo, debilitada por la sobrecarga de esfuerzo.
Kertch le quitó rápidamente EL CACHIMBORRIO a su hermano antes de que este le diese una calada, y lo guardó en la mochila.



-Oohh, vamos, no seas así... déjame darle una caladita al menos.






El peliverde se lo quitó de encima de un manotazo y fue a comprobar el estado de Hino y Uranior, que parecían heridos de gravedad.
Los estaban ya espabilando a bofetadas cuando algo se movió cerca de ellos.

Alerta, Kertch se giró rápidamente y descubrió que Lady Kairos todavía no había sido vencida.
Se estaba levantando con esfuerzo, pero todavía parecía muy capaz de pelear.


-Mierda... Qué mujer tan temible... Todavía sigue queriendo luchar...
Su determinación es impresionante.







La chica levantó su maza una vez más y miró a los dos hermanos con odio, lista para volver a entrar en combate. Y así habría sido de no ser porque dos manos la sujetaron por los brazos antes de que pudiese dar un paso.


-Jefa, ya es suficiente. Deje que se marchen.















-Si, no hay nada que hacer. Esta vez creo que nos hemos encontrado con una presa que no podemos vencer.
A lo mejor no valemos para esto después de todo...
Creo... Creo que voy a dejar mi puesto.







-Estoy contigo, Rythia. Creo que esto ha sido una etapa de nuestras vidas. Ha estado bien, pero ya hemos llegado a nuestro límite.












-¡¡Pero qué estáis diciendo!! ¡Traidoras! ¡¿Vais a tricionarme por estos dos imbéciles?! ¡Conocéis perfectamente el código! ¡La traición conlleva la muerte por castigo!




-Se equivoca, jefa. El rubio no sé, pero le aseguro que Kertch no es ningún imbécil...













-Y además... Han sido muy amables... Y son tan monos...









-¡¡Pequeña insolente!! ¡Ya te has olvidado de todo lo que me debes, ¿verdad?! Está bien, os mataré ahora mismo, ya que lo pedís con tanto ahínco.










-Ya no tienes EL CACHIMBORRIO. Si intentas tocarles un pelo te decapitaré aquí mismo.
Lo más razonable es que te marches ahora que todavía estás a tiempo.













-Bueno, si quieres quedarte por mi parte bien, pero con la condición de que no te muevas mucho cuando te enrrolle. Es una lata cuando los porros no se están quietecitos.





La pelirroja vio que los dos hermanos se habían puesto entre ella y sus ex-compañeras, y se dio cuenta de queen ese momento ya no tenía ninguna posibilidad.
Recogió su maza con furia, los miró a los cuatro con odio y dijo:


-Está bien. Me marcho, pero os juro que esto no quedará así.

Volveré para vengarme, junto al resto de la tropa mercenaria, y os mataré a vosotros dos, malditos porretas, y a vosotras, zorras traidoras.
Quedáis avisados. ¡Adios!









Y salió del bosque con paso firme. Kertch y Pyros suspiraron, un poco agotados por tan dura batalla.

Las chicas les dieron las gracias. Selene cogió la mano de Kertch y le dijo:


-¿Quieres que te haga un masaje? Puedo contarte otro acertijo mientras jeje.
Pero vamos a una zona más tranquila mejor...














-Claro que sí, monada. Si tenemos tiempo te resuelvo otro acertijo jajaja.








Y los dos jóvenes se metieron en el bosque. Lo que ocurriría en las siguientes horas es algo que no sería decente explicar en este blog.

Sí. Todavía nos queda un poquito de decencia.

Por su parte, Uranior e Hino despertaron varias horas después, completamente solos en medio del bosque.
Y Uranior estaba encima de Hino.


No hay comentarios:

Publicar un comentario