domingo, 12 de julio de 2009
Capítulo 11 El ataque de las mercenarias. ¡¡Aaaaay pajarraaca!!
Nara
Pyros
La rubia, después de haber esquivado sin problemas a Hino (Uranior la esquivó a ella), se situó enfrente del rubio, mirándolo fijamente. Ambos estaban esperando a que uno de ellos empezara el combate. A su alrededor, Kertch se encontraba enfrentado ya a Selene, mientras Hino y un asqueado Uranior se enfrentaban la que parecía la jefa del grupo.
-Las damas primero.-Dijo haciendo una reverencia, al ver que ninguno se decidía a atacar.-¡¡Hino eso va también por ti, deja de babear y ataca de una vez!!.
-¡Arrrgh!, lamentarás lo que acabas de decir, ¡acabaré contigo antes de que puedas abrir de nuevo tu bocaza!.
Enfadada y provocada por Pyros, la rubia se abalanzó furiosa sobre él, dispuesta a asestar un sablazo al cuerpo de Pyros. Con un rápido movimiento Pyros dio una voltereta hacia atrás y se quedó sentado en una roca, con las piernas cruzadas.
-No hay que ponerse así señorita, veo que he empezado con mal pie, dirigirme a usted sin haberme presentado siquiera, que mala educación la mía. Soy Pyros y usted es...
El enfado de la rubia no hacía mas que crecer. Agarró con fuerza la espada y corrió de nuevo hacia Pyros.
-¡Para que quieres saber mi nombre, dentro de cinco minutos no serás capaz de recordar ni en dónde han enterrado los pocos trozos que queden de ti!
Cuando estaba a un par de metros del rubio, Rythia lanzó una rápida y mortífera estocada al corazón de Pyros. Sin más problemas, el rubio se escurrió fácilmente por debajo de la afilada hoja, agachándose y luego rodando hacia un lateral.
-Acabamos de conocernos y ya intentando partirme el corazón, esa no es forma de tratar al hombre de tus sueños.-Pyros encendió otro porro y se lo llevo a la boca.-¡Mira!, ya me has llevado a las drogas...-Dijo medio lloriqueando.
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