domingo, 26 de abril de 2009

Capítulo 9 ¡¡Esto es Esparta!!









Nara
Pyros








Kertch y Pyros acababan de salir del agua y se disponían a seguir su persecución por tierra, cuando, una potente y ronca voz, los sacó del trance en el que estaban sumidos.


-¿Esparta?, ¿qué hago aquí?, lo último que recuerdo era el edificio del Mizukage y una necesidad de matar a alguien...




Pyros miró a su porro y asintió con una sonrisa de oreja a oreja.



-Veo que eres de los buenos.




Entonces Pyros volvió a mirar a la persona que le había hablado, achinó un poco los ojos y, al fin, la pudo reconocer, era Kratos, un antiguo compañero suyo de aventuras, con el que había pasado un largo y feliz período de su vida. Pyros se dejó de tonterías y se fue corriendo hacia él con los brazos abiertos, dispuestos para dar un fuerte abrazo.


-¡¡¡CUANTO TIEMPO COLEGA!!!, ¿qué?, ¿cómo van por aquí las cosas?, ¿sigues tirando persas al pozo?




Dijo mientras le soltaba un momento y le miraba con una sonrisa.




-Bueno... tu sabes... ciertas costumbres son como la droga, una vez qu...






Pyros le interrumpió con una fuerte carcajada.


-Ajajaajaa... No digas más te entiendo perfectamente compadre.




Los dos se disponían a seguri charlando cuando, un ruido de agua siendo removida, les captó la atención.






-¡Ey!, que pasa colegas, chocad esos cincos, y gracias por salvarme el culito.








El pingüino que instantes antes estaba siendo acosado por las orcas salió del agua y chocó las manos a los dos hermanos, ante el asombra de Kratos.



-Humm... veo que no hace falta que os presente a mi mascota, por lo que e visto ya le conocéis.






El pingüino miró a su dueño y mientras agitaba sus aletas le dijo.



-Estos dos son colegas de toda la vida, los salvé en una ocasión hace mucho tiempo y ahora me han devuelto el favor.







El pingüino chocó una aleta contra el lado izquierdo de su pecho y luego les señaló.


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<------ Aclaración: El pingüino llevaba días vacilando a las orcas, como se ve en este video.

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Espero que no os haya causado muchas molestias, en ocasiones puede resultar grosero, molesto, cansino, inútil, pesado, estúpido...






Los ojos del pingüino se inyectaron en sangre, a la vez que empezaba a agitarse y a dar saltos, lleno de furía.





-¡¡Ohohooo!!, no me toques las pelotillas Kratos o te convertiré en mi putita.









-Has de admitir que siempre has sido especial, por eso te escogí como mascota aquel día.






Kratos cerró los ojos y a su mente se le vinieron los recuerdos de aquel lejano día.


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<------ Aclaración: Estos son los recuerdo de Kratos.
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-Pero dejémonos de chorradas, que nos vamos a perder el espectáculo que va a ofrecer mi buen amigo Leónidas, promete ser muy sangriento.






Dijo mientras ponía cara de ansioso y movía la cabeza adelante y atrás.
La cara de Pyros se le iluminó, no era la primera vez que asistía a un evento así.



-¿Podré fumarme los restos?




Kratos asintió con la cabeza.



-Como en los viejos tiempos.





Pyros dió un salto de alegría y se puso a seguir a Kratos, Kertch curioso por como acabaría todo esto les siguió también.


-Pasaremos primero por la posada, sería de persa el no daros un sitio donde pasar la noche, y recordad, si queréis alguna espartana solo tenéis que cogerla.
-Dijo mientras le guiñaba un ojo a los dos hermanos y les daba un codazo.




Mientras caminaban rumbo a la ciudad de Esparta, Pyros le fue contando como habían empezado el Yonko y él una carrera para ver quién se fumaba antes al Mizukage y como esta había terminado.


-
¡AJAJAAAJAA!, eso me recuerda la vez que Hermes me retó a una carrera... ajajaajaa... le arranqué las piernas y gané la carrera andando ajajajaaajaaa...









30 minutos despues, en la posada de Esparta.


-Bueno dejar aquí vuestras y poneros ropa que no os importe manchar... ajajaaaa... es que Leónidas se flipa mucho... ya me entendéis.






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