martes, 9 de febrero de 2010









Nara
Pyros






-Muy bien, ¡seguidme!, no puedo permitir que nada malo le pase a uno de nuestros compañeros, da igual que aún no le conozca, es uno de los nuestros y no pienso abandonarle, aunque me vaya la vida en ello y aunque aún no haya tenido el placer de conocerte, te salvaré de ser fumado por ese asqueroso de Uranior.




Y Pyros se pusó a caminar, adentrándose en el bosque, seguido por su hermano (para que no se perdiera) y por Hino (buscando seguramente venganza).

-Deja de hacer el cafre, nos vamos a perder, mejor ir por el camino y no atravesando el bosque...







-¡No!, este camino es más corto, cada segundo cuenta, ¡y si nos perdemos ya preguntaremos!.





-¿Y a quién vas a preguntar en un bosque desierto?... bahh... olvídalo...








Y así prosiguieron la marcha, fue un viaje bastante tranquilo e inusual, ya que esta vez era Hino el que molestaba a Pyros, que se encontraba demasiado preocupado en guiar al grupo como para maquinar diabólicos planes en su contra, apenas tenía tiempo para lanzar alguna que otra llamarada a Hino en respuesta a sus bromas.

Y tras un largo recorrido, y dar cientos de vueltas, Pyros reconoció que se habían perdido totalmente.

-Que no cunda el pánico, ahora mismo pregunto por dónde se va.






Kertch ya estaba a punto de sacar sus espadas y degollar a Pyros cuando, de la nada apareció un misterioso viajero.


(Nota del autor: No proseguir si no se ha visto Art Attax (art attack doblado), esto es un homenaje a ese gran hombre. ¡¡QUEREMOS MÁS VIDEOS HIJO DE PUTA!!)




-¡Uehoeh wueoooopale! artemaniacos ¡hijos dd puta!, huy perdón, estoy algo desorientado con la farlopa caducada que me pasa el Manitas ultimamente. ¡Aghh! ¡¡Carolain!! ¡ve hacia la luz! ¡plurflblf!, ¡qué cuelgue más chungo piratas!. ¿Sabéis qué?, para la resaca nada mejor que una buena guallola, ohohooh toma toma...




El grupo entero se quedó flipando, no habían entendido ni una sóla palabra, bueno, no todo el grupo, Pyros miraba con total normalidad a aquel ser y asentía, como si fuera capaz de entenderlo. Al ver la cara de sus compañeros dijo:


-Hola artemaniacos, me molo a mi mismo.-Dijo en respuesta al animal que tenían delante, y continuó diciendo a sus colegas: -Dice que se alegra de vernos. Que esta mañana se despertó aquí sin recordar cómo, parece ser que iba muy drogado, y le alegra saber que no está solo. Le he saludado cortésmente.





-Me estás tomando el pelo, ¿quieres decir que has entendido a eso?-Dijo señalando a la cosa que se acababan de encontrar y que ahora estaba dándo volteretas por todos lados.







-Claro, mientras tú estabas por ahí vagueando alguien fue a la escuela, a aprender el lenguaje yonki, que estás hecho un analfabeto.




-¡¡¿Querrás decir las clases que te daba Jack Sporrow mientras el resto de los niños normales íbamos a clase a aprender a sumar, restar y fumar?!!, ¡¡Te dije mil veces y te sigo diciendo que ESO no era la escuela!! ¿¡Desde cuándo en una escuela el exámen es fumarte a una viejecita que te pida fuego y comentar un capítulo de Barney el porrosaurio!?.




-Se muy bien a lo que me refiero... Pero dejémonos de charlas, hay un porro que rescatar. Ueoeeopalepa fortaleza explanada país del rio, ¿dónde vas colgado?.






-¡Ooh! ¿Te gustan los encajes?, no dejas de sorprenderme, al manitas se le ha puesto chunga la farlopa... -Dijo señalando hacia una dirección.







-Se extraña de que queramos ir allí, dice que es peligroso. Vale, vale, corta, corta... estooo... artemaniacos, que me voy a ver al manitas que con la tocha que tiene seguro que para cuando llegue no queda nada para pillar (Nos vamos que tenemos prisa).





-¡Maldito psicópata!, la has cagado tio, porque en el remite viene tu direccion y pienso ir y pegarte una paliza por listo (a ver si nos vemos otro día, que me has caído muy bien, eres el puto amo).







Y tras este incidente, el grupo prosiguió la marcha, esta vez con Kertch como encargado de mantener el rumbo, que aunque no estaba del todo seguro de que su hermano hubiera entendido a aquella extraña criatura y temía que todo esto no fuera más que producto de sus desvariaciones, era consciente de que no contabancon otra cosa para salir de allí.
Tras bastante más andar y andar, el grupo alcanzó al fin su objetivo. Una enorme explanada se extendía justo enfrente de ellos, y en el centro estaba emplazada la fortaleza, de inmensos y sólidos muros, de la que antes habían oído hablar. Kertch era consciente de que aquello sería seguramente una trampa, pero no dijo nada al respecto, total, Pyros haría lo de siempre, correr, gritar y fumar. Debía de poner todo su ingenio en que la misión no fuera todo un fracaso, todo un reto, teniendo en cuenta de que entraban en el territorio del enemigo, dándole así la ventaja del campo.

Tardaron relativamente poco en cruzar la explanada, Pyros no podía aguantar más y había empezado a empujar a sus compañeros hasta arrastrarlos a la fortaleza. Cuando estaban a punto de llegar las enormes puertas que comunicaban el interior y el exterior de aquella inexpugnable fortaleza, estas se abrieron para dar salida a 3 misteriosas figuras, cerrándose tras de si.

Poco a poco se fueron acercando hacia esas tres figuras, hasta quedar a pocos metros de ellas. Por consejo de Kertch, cada uno de ellos eligió un objetivo que, en caso de pelea, se encargarían de eliminar. Pyros eligió rápidamente a uno con un peinado bastante extraño, argumentando algo de disposición de pelos y facilidad para encender. Una vez con sus adversarios fijados, cada uno se situó enfrente del suyo, manteniendo una distancia prudencial.


-Pelopincho, ¿dónde tenéis a mi porro?








-¡Me llamo Argus y no consiento que nadie me hable así!, además, no sé de qué porro hablas. -Dijo desenfundando su espada y corriendo a la carga contra Pyros.








-Buen intento, pero ese truco ya me lo conozco... ya lo he usado cientos de veces con mi hermano, cuando me prohibía fumar algo pero lo hacía. Así que... ¡¡PAGARÁS POR HABERTE FUMADO MI PETAAA!!.





Pyros realizó unos rápidos sellos y lanzó una gran bola de fuego que tiró de espaldas a su adversario, pero que misteriosamente no le causó ninguna quemadura.


-Maldición... ¿cómo es posible que no tenga ni el más mínimo rasguño?, esa bola de fuego le ha dado de lleno.






-Jajajaaa... ¿Te gusta nuestros trajes ignífugos?. Son de la mejor calidad, lo mejor para los mejores. ¿Qué?, ¿que por qué soy de los mejores matando yonkis?, muy sencillo, soy capaz de controlar su mono. Puedo potenciarlo hasta límities tales que ninguno puede soportar, e inmovilizados por el dolor, sólo pueden esperar a que les llegue su hora. Pero mejor te doy una clase práctica, a ver si eres capaz de lanzar más bolitas de esas cuando te posea el mono.





Kertch no podía dar crédito de lo que estaba oyendo telepaticamente, aquél desgraciado iba a desatar a "La Bestia. Recordaba bastante bien el combate que hace tiempo tuvo Pyros contra otro también de la liga, combate que al final ganó autoprovocándose el mono y transformándose por completo en otro ser, mucho más poderoso y alocado.


-No serás capaz de algo tan rastre...






La frase de Pyros quedó interrumpida por un súbito y penetrante dolor, era el mono, había vuelto y esta vez con más fuerza que en su anterior batalla. El joven nara comenzó a retorcerse en el suelo, invadído por el dolor. A pesar de los cientos y cientos de petas que se fumaba no podía quitarse el mono de encima, tenía que probar con algo más gordo. Poco a poco el cuerpo del suu fue, bajo la atónita mirada de su adversario, ganando en volumen y cambiando de color, poniéndose más y más verde. Necesitaba fumar, y sus porros no le aliviaban. Más bestia que humano, Pyros se acercó corriendo hacia unos árboles cercanos y comenzó a arrancarlos para luego fumárselos, eran de mayor tamaño que sus petas, pero su efecto seguía siendo nulo. La transformación era ya completa, el mono le había poseído por completo, ante semejante visión su adversario solo pudo decir:

-¡Mierda!, ¡la cagué!


























(Hacer click en la imagen para agrandar)

No hay comentarios:

Publicar un comentario